Por Junior Rivas y Erick Vargas
La representación del Diablo con cuernos es una imagen icónica y ampliamente reconocida en la cultura occidental. Pero, ¿Cuál es el origen de esta representación y qué simboliza? Para comprender por qué el Diablo es pintado con cuernos, es necesario explorar su evolución a lo largo de la historia.

El Diablo, también conocido como Satanás, ha sido un personaje central en la mitología y la religión de muchas culturas. En el cristianismo, Satanás es considerado el adversario de Dios y la personificación del mal. A lo largo de la historia, se ha representado de diversas maneras, pero la imagen con cuernos se ha convertido en la más prominente.
Durante la Edad Media, la representación del Diablo comenzó a cristalizarse. Se le asoció con figuras mitológicas, como los sátiros, que a menudo tenían cuernos. Esta conexión entre el Diablo y las criaturas con cuernos contribuyó a la imagen que conocemos hoy.
Los cuernos, en muchas culturas, han sido un símbolo de poder, fuerza y agresión. Al representar al Diablo con cuernos, se enfatiza su naturaleza malévola y su desafío a la autoridad divina. También se le asocia con el pecado y la tentación, ya que seduce a las almas hacia el mal.
La representación del Diablo con cuernos se popularizó a través de la literatura y el arte. En obras como «El Paraíso Perdido» de John Milton y «La Comedia Divina» de Dante Alighieri, el Diablo es descrito con cuernos. El arte renacentista y barroco también adoptó esta imagen, consolidando su lugar en la iconografía religiosa.
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